Al fin los rayos de sol se dejaban ver entre las nubes. Hacía semanas que no se veía. Y esto, fue un motivo para sonreír, para empezar el día con otra cara, con otras ganas. Las semanas que las nubes habían tapado el brillo del sol no habían sido buenas para ella. El trabajo se acumulaba, no encontraba algo que la motivara a hacer su trabajo y comenzaban a rondar por su cabeza cambios que, quizás no le gustaran, pero que serían necesarios a largo plazo.
Por fortuna, parece que la desaparición de las nubes, hizo que esas ideas se le fueran un poco de la cabeza. Eso y un "yo tb te quiero muchísimo", que también anima.
