miércoles, 13 de enero de 2016

No me quieras.

No me quieras. No me mimes, ni me acaricies, ni me beses, ni me abraces. No me digas que vas a estar aquí, a mi lado. Ni si quiera me digas que te caigo bien. No digas ni hagas nada. No lo hagas, por favor. Porque si lo haces te haré importante. Serás parte de mi, de mi vida, de mi mundo. Y te obligaré a estar cuando te necesite y tendrás que estar, como yo lo haría contigo. Y si no estas cuando me hagas falta prefiero que no estés en ningún momento. Si quieres compartir tus días conmigo, hazlo, de verdad, todo el tiempo. Compartamos sonrisas, y lágrimas, enfados y decepciones. Y risas. Y disfrutemos estando juntos. Y no me dejes, aunque me lo merezca. Aunque haya días que detestes estar a mi lado. Porque aunque haya momentos para que me olvides, estaré aquí cuando el resto del mundo se olvide de ti. De verdad, todo el tiempo.
Pero si no quieres compartir todos estos ratos, no me hagas quererte, hacerte importante, porque no quiero sufrir por alguien que no vale la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario